Nuestro estanco forma parte de una larga tradición familiar. Heredado de padres a hijos durante generaciones, llevamos más de 100 años en el corazón de Hernani.

Esta  tradición empieza con Manuel Zubillaga, quien compró el estanco en 1918. Él, junto a la ayuda de su mujer, Isabel Echeberria, y sus hijos, vendían productos muy distintos a los que comercializamos ahora: semillas, perdigones, dinamita, sal… además del tabaco, por supuesto.

Su único hijo varón, Nicolás, murió en 1936 y la titularidad pasó a la viuda de éste, Carmen. En 1952, pasó a una hija de Manuel, Angelita.

Ella lo regentó hasta 1972 con la ayuda de su marido Sandalio Landaribar y sus hijos. Ese fue el año en el que se lo cedió a su hija Arantxa, actual propietaria, quien junto a su marido Kepa Urdampilleta y su hijo se ha encargado del estanco en los últimos 50 años.

El relevo a Arantxa y Kepa en el futuro está garantizado con su hijo Yon, que supondrá la cuarta generación de la familia en el negocio.